Algunos autores señalan que las personas con autismo no poseen la capacidad de imaginar y que son muy concretos, es decir aferrados solo a lo que se puede ver.
La imaginación es una herramienta muy poderosa para aprender en la vida y siempre estamos aprendiendo.
Ante tal falla descrita se me ocurrieron ejercicios cortos de personificación, para hacer historias. Me toco entonces, hablar como si yo fuera su gata, un oso o un tiburón del Mar Caribe. Y el ejercicio funcionooo. El niño fue capaz de imaginar que diría un personaje ante tal situación, como quedaría su personaje si hiciera tal procedimiento como por ejemplo *si la gata se tira del borde del edificio queda como una estampilla* Es un chiste y es un ejercicio para imaginar...
Hoy puede imaginar que esta tocando Batería con Ruben Blades cantando en el teatro de tal País y que la gente grita su nombre. Y lo verifico muchas veces cuando hace preguntas de *Si hago tal cosa así quedaria tal otra....*.
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