miércoles, 13 de mayo de 2015

Así de entusiasta continúa su historia.....

Un día un niño pide de regalo de cumpleaños una batería.  !Mi madre! ¿Por qué no un cuatro, un violín, una guitarra....?

Bien desde ese día hasta hoy esta es la sonrisa de mi hijo cada vez que toca su batería, la misma desde entonces, cambiada a diferentes lugares del salón porque el hoy joven la toca muy bien y con la misma emoción de ayer, pero con mas fuerza...
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La sonrisa del disfrute es mi misma sonrisa, como la de haber ganado la lotería, cuando al anunciarle que voy a salir de casa me pide hoy con su voz ronca de hombre de 17 años : Madre, tráeme algo, una chuchería, cualquier cosa, unas galletas por favor.

Bueno gracias a Dios hoy mas sencillo que ayer, el encargo y no para su cumpleaños, sino como algo normal de un día cualquiera como en realidad lo es..

Sigue siendo grande mi alegría ante sus presentes interacciones espontáneas, ante sus particulares elecciones por la música a tocar y por su  gusto por la salsa de Oscar D León , la música de Jordano Di marzo, Ilan Chester y otros músicos ochentosos...

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