En mi caso poder contar con los abuelos ha sido una ventaja en tratamiento de mi hijo especial. Durante los primeros meses posterior al diagnostico, colaboraron en los cuidados de mi segundo hijo para poder asistir a todas las sesiones de evaluaciones sugeridas y mas adelante en la atención en las noches de mis hijos en aquellos días seleccionados para compartir con amigos o pareja, procurando siempre dejarlos bien cansados, para que quedaran dormidos mientras estaba fuera de la casa.
Los abuelos tienen la experiencia de nuestra crianza y a parte pueden identificar aquellos conceptos que podemos heredarles a los hijos como la terquedad, los gustos y la bondad que ellos saben manejar y aprovechar porque ya los vivieron en nosotros......
He visto a algunos participar en las terapias como muy buenos acompañantes, otros como quienes los esperan, otros como receptores y portadores de información, tareas de gran relevancia y competencia realizadas con un matiz muy grande de amor. Es su tiempo de vida el que están invirtiendo cuando muchos de ellos ya pudieran estar en otra cosa como nosotros seguramente pensamos atender en el futuro.
Particularmente doy gracias por contar con ellos en esos días poco estructurados en los que los planes no pueden cumplirse y se necesita de un plan "B" para salvar la situación .
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