Estamos conscientes de que esto es incorrecto y poco funcional por ejemplo: Cada vez que decimos," vamos a casa de la abuela", la persona especial, diga: abuela Rosa con su tema de novela... y el comentario delante de otro, llame la atención y lo aplauda, se ria, se enfade y lo demuestre; entonces se afianza la conducta.
Otras veces ocurre que nos impacta tanto la respuesta que no podemos evitar poner cara de espanto y la persona se engancha en continuar la interacción. Por ejemplo "Luis recoge tus zapatos" y el responde: "eso me hace morir" lo cual si lo dice delante de personas que hacen todo un alboroto sacando conjeturas de lo que significa tal afirmación, esta conducta se afianza y se arma tremendo lío.
La solución que mas efecto positivo me hizo, fue cambiar la reacción por una pregunta diferente cada vez que emitiera la afirmación como ¿ con hambre o sin hambre?. Y ¿ya tomaste agua?, ¿viene tu tío Andres hoy?. Entonces el niño contesta la pregunta y recoge los zapatos.
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